Posicionamiento de la ACLU sobre la situación de la Atención Continuada en Urología en Castilla y León
Posicionamiento de la Asociación Castellana Leonesa de Urología ante la atención continuada de nuestra especialidad y las guardias.
La urología es la especialidad médico-quirúrgica que atiende la patología derivada del aparato urinario y retroperitoneo en ambos sexos y aparato genital masculino.
En Castilla y León, el Sistema Nacional de Salud dispone a través de la Gerencia Regional, de 14 Servicios de Urología que ofrecen cobertura a toda la población.
Estos servicios, por medio de sus facultativos especialistas en Urología, aseguran la atención continuada durante las 24 horas del día, asumiendo la asistencia sanitaria de las urgencias médicas y quirúrgicas relacionadas con el aparato urinario.
En la gran mayoría de los hospitales de Castilla y León los urólogos llevan a cabo esta asistencia de forma localizada, a pesar de que en dichas guardias resulte habitual que se requiera su presencia en el centro hospitalario, a menudo en varias ocasiones a lo largo de la misma jornada y durante periodos prolongados de tiempo.
Circunstancia esta que se ve influenciada por los cambios que nuestra Comunidad Autónoma viene experimentando desde hace años, tanto desde el punto de vista cuantitativo (con el aumento de la población mayor de 75 años, así como con el consiguiente aumento del volumen y la complejidad de las urgencias quirúrgicas), como desde el punto de vista cualitativo (en relación con el aumento de la exigencia por parte de la sociedad con respecto a la atención sanitaria, de la que la urgencia no es una excepción).
Según los datos reportados por los diferentes Servicios de Urología de Castilla y León, durante las guardias localizadas se activa, de media, un quirófano cada 48 horas y en algunos hospitales de tercer nivel se produce una urgencia quirúrgica cada 24 horas. A esta actividad quirúrgica hay que añadir la atención de patologías urológicas en Urgencias hospitalarias, la atención continuada de los enfermos hospitalizados y las interconsultas procedentes de otras especialidades.
Pero, además, la actividad quirúrgica urgente en Urología no sólo representa una carga asistencial importante, sino que asocia a la complejidad de la técnica quirúrgica en una buena parte de las ocasiones, la ausencia de un segundo urólogo de guardia (suprimido por Sacyl) que pueda ayudar en dichas intervenciones (como sí disponen otras especialidades quirúrgicas: Cirugía General, Traumatología o Ginecología), con el consiguiente incremento en la morbilidad de los pacientes que este hecho puede llevar asociado.
Y así, desde que hace unos años la Consejería de Sanidad decidiera suprimir el segundo localizado de guardia en nuestra especialidad, cada vez que surge una intervención quirúrgica urgente de cierta complejidad fuera del horario de mañana, nos vemos abocados a buscar de forma improvisada algún compañero que pueda estar disponible para ayudar a realizar dicha intervención, lo que, sobre todo durante los fines de semana y en determinadas fechas del año, puede resultar complicado y en ocasiones, como ya ha sucedido, imposible; debiendo solicitar la colaboración de algún facultativo de otra especialidad para poder llevar a cabo la cirugía urgente, con el riesgo que ello implica tanto para el enfermo como para los profesionales involucrados en la intervención.
Esta ausencia de un segundo facultativo de guardia es una situación difícil de entender cuando nuestra especialidad realiza intervenciones quirúrgicas urgentes de una complejidad similar a otras como Cirugía General, Traumatología o Ginecología que disponen de dos facultativos de guardia (uno de presencia y otro localizado). Especialmente en un momento donde la urología en Castilla y León sufre un cambio de 180º con la incorporación de los sistemas robóticos, aumentando la complejidad de las cirugías.
Desde la Asociación Castellano Leonesa de Urología, tras su debate en la comisión específica constituida a tal efecto y en sus órganos directivos, consideramos que esta situación no cuenta con la regulación adecuada por parte de la Administración de Castilla y León, como sí sucede en otras comunidades autónomas.
Estimamos que es nuestro deber advertir de esta infradotación de recursos humanos asociada a las guardias de urología que pone en riesgo la seguridad de nuestros pacientes, ya que todo procedimiento quirúrgico urgente, atendiendo a la complejidad, debería contar con dos urólogos para poder realizarse con las mínimas condiciones de calidad y seguridad.
Asimismo, debemos recordar la necesidad de descanso tras el trabajo. La directiva europea señala un descanso mínimo de 11 horas por jornada laboral y, si se realiza trabajo nocturno de especial responsabilidad, no trabajar más de 8-11 horas en el curso de un período de 24 horas; lo que, de hecho, parece invalidar el sistema de guardias de 24 horas (o de 17 horas tras la jornada laboral normal, sin descanso). Y así, el Real Decreto 1146/2006, de 6 de octubre, por el que se regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud, en el apartado b de su Artículo 5. Jornada laboral y descansos establece que: “Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente deberá mediar, como mínimo, un periodo de descanso continuo de 12 horas”.
Por todo ello, la Asociación Castellano Leonesa de Urología considera que se debe abordar urgentemente la situación de la atención continuada en nuestra especialidad:
- Instaurando la guardia presencial en aquellos centros hospitalarios cuyos servicios consideren necesaria esta aplicación.
- Estableciendo dos licenciados especialistas en urología por guardia, siempre que los Servicios dispongan de un número de facultativos suficiente, lo que aseguraría la cobertura mínima para las intervenciones quirúrgicas urgentes.
- Procurando el descanso de los profesionales sanitarios.
Esta Asociación profesional insta a la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León a que disponga con tal fin los recursos necesarios y emita las órdenes pertinentes a todos los Hospitales de Castilla y León.
Asimismo, hace llegar esta posición formal al Colegio de Médicos de Castilla y León, para que atienda estas necesidades y obre de acuerdo con lo establecido en sus estatutos.
Documento aprobado por la Asamblea General de la Asociación Castellano – Leonesa de Urología el 8 de noviembre de 2024.